LA ESCUELA ES LA MAYOR PARTE DEL TIEMPO DE TU INFANCIA
La urgencia de ciertos cambios en nuestro sistema educativo está a la orden del día, y todos los autores de artículos al respecto compartimos la misma opinión: en España hay mucho por hacer. Pues no solo la tasa de abandono escolar espanta a muchas famílias, sino que además, son muchas las facetas fundamentales de «la educación del futuro» que el sistema educativo español actual no comprende.
Para mí, una de las claves que en pocas ocasiones se contempla cuando se habla de las «cosas a cambiar»de nuestro sistema, es la necesidad de reinventar la formación del profesorado. Pues no veo la forma en que nuestros profesores puedan cambiar su forma de enseñar y evaluar si a ellos les seguimos enseñando y evaluando del mismo modo.
Muchas son las veces en las que se menciona el sistema educativo finlandés como «modelo a seguir», sin embargo en Finlandia la educación de sus habitantes es de las primeras prioridades del país, cosa que (por un lado) está muy lejos de ser así en España. Por otro lado, lo que tampoco se conoce tanto es la compleja formación y evaluación que poseen los profesores que consiguen obtener un puesto en una escuela finlandesa. Entre otras cosaas, en Finlandia todo profesor es VOCACIONAL y CREATIVO. ¿En qué año del grado de magisterio se evaluan estos aspectos en España?
Vivimos en una sociedad en la que aún son muchos los padres que esperan «el boletín de notas» para evaluar el progreso de sus hijos. Pocos logran seguirles la pista a partir de actividades compartidas pues, por desgracia, las escasas horas que les quedan por las tardes para pasar tiempo juntos, las pasan peleandose delante de unos deberes «inadaptados» y «aburridos» (los que tienen suerte). Otros nisiquiera logran llegar a casa a tiempo para verlos antes de que se vayan a dormir debido a las horas interminables horas de trabajo que deben cumplir para llegar a fin de mes.
El tema es complicado, sí. No sólo existen lagunas en nuestro sistema educativo, sino en todo nuestro sistema social en general. Prioridades mal colocadas, valores perdidos y personas desesperadas. Nada fácil de solucionar, pero como en todo, alguien deberá poner la primera piedra del camino. El camino de toda una sociedad es posible que nos sea imposible de manipular, pero el de nuestras propias vidas y personas cercanas está en nuestras manos.
Entre otras cosas, otro gran título amenudo asociado a temas educativos es «la importancia de ayudar a nuestros alumnos a desarrollar su creatividad». Ultimamente aparecen talleres de todos tipos dedicados a esto. Juguetes especializados en ello, etc. Sin ambargo si nos hemos dado cuenta de que la creatividad está «en crisis» es porque se ha observado una disminución de la misma. Para mí, uno de los factores responables de ello es que nos hemos olvidado la importancia que tiene el «aburrirse» para el desarrollo de la creatividad. Hoy en día, en vez de dejar que los niños tengan este espacio «libre», los ocupamos con cualquier cosa (tablet, teléfono móbil, etc.) «no sea que se les ocurran ideas raras»= CREATIVAS. Ocupando al máximo su tiempo cierto, potenciamos el desarrollo de ciertas habilidades; pero no les dejamos tiempo para que las disfruten y expandan hacia nuevos horizontes creativos.
Finalmente, seguimos educando en aulas donde es el adulto quien debe dirigir la clase, cuando lo que buscamos es educar a seres independientes y autónomos. Continuamos dividiendo las clases por año de nacimiento, cuando cada individuo sigue su propio curso de desarrollo de forma muy independiente a los días del calendario. Y ya el colmo de los colmos, calificamos el progreso y la evolución con números y estadísticas.
En fin, son tantos los aspectos de esta sociedad y del sistema educativo que se deberían tratar que este artículo podría extenderse hasta formar un libro. Uno más que habla del tema y no consigue que el sistema pare de funcionar tal y como lo está haciendo, por lo que con la intención de no aburrir a mi lector y esperanza de al menos haberle hecho reflexionar una vez más, aquí lo dejo.